Mi Yo interior

Hablar del Yo interior, o del mundo interior es hablar de la persona en su esencia, es lo más propio, personal, íntimo e intransferible.
El yo interior se refiere más a que todo ese mundo está unificado por un centro que soy yo, todo lo que existe en mi mundo interior existe porque forma parte de mi..

Hablar del Yo interior, en realidad es una redundancia, ya que no existe el Yo exterior, pero se quiere reforzar, mediante este adjetivo, la diferenciación con todo lo superficial y exterior que a veces se convierte en muy importante para algunas personas.

Algunos ejemplos pueden ayudarnos a comprender:

¯ El Yo interior es el que comprende aquello que no dicen las palabras.
¯ El Yo interior es aquello que queda cuando nos quitamos la máscara o la coraza.
¯ El Yo interior es nuestra auténtica experiencia de las cosas.
¯ El Yo interior es el que puede unir perfectamente el sentir y el pensar.
¯ El Yo interior es donde somos auténticos y por lo tanto únicos/as.
¯ El Yo interior es inagotable porque es nuestro espacio propio sin barreras
¯ El Yo interior es Sabio, porque es quién verdaderamente sabe lo que queremos.
¯ El Yo interior es donde guardamos las vivencias, es decir aquello que formará parte d e nosotros para siempre.
¯ El Yo interior puede negarse, lo podemos ocultar, esconder, incluso traicionar, pero a pesar de todo sigue estando ahí mientras vivamos y tal vez después, porque es nuestro ser.
¯ La experiencia del amor solo existe cuando el Yo interior se comunica.

Este espacio interior es complejo, y al a vez simple. Complejo porque es infinito, dinámico, constantemente incorpora nuevas vivencias, experiencias, relaciones, etc. Y es simple porque cualquier persona lo tiene y puede descubrirlo y ofrecerlo, compartirlo. Es lo que nos humaniza y nos hace personas. La verdadera sabiduría se basa en el autoconocimiento.

El maestro le insistía a su discípulo una y otra vez sobre la necesidad de cultivar el sosiego.
-Deja que tu mente se remanse y se sosiegue.
-Ya. ¿pero qué más? - preguntaba impaciente el discípulo.
-De momento, solo eso.
Pero el discípulo no lograba estar paciente y se exasperaba, sin dejar de preguntar:
-¿Y que más?
-De momento, sólo eso. Sé paciente, sosiégate, recupera la paz interior.
Un día y otro recibía la misma instrucción, hasta que el discípulo le preguntó:
-Pero maestro, ¿por qué consideras tan importante el sosiego?
-Acompáñame - dijo el maestro.
Lo condujo hasta un estanque y con un palo comenzó a agitar las aguas.
Entonces preguntó:
-Mírate, ¿puedes ver tu rostro en el agua?
-¿Cómo voy a verlo si el agua está tan agitada? - protestó el discípulo, pensando que el maestro se estaba burlando de él.
-De igual manera, mientras estés agitado no podrás ver el rostro de tu esencia, de tu Yo interno.

En resumidas cuentas, cuando contactas contigo mismo, es cuando verdaderamente empiezas a satisfacerte y a cumplir unas metas. Podríamos decir que la felicidad es vivir plenamente en armonía con tu yo interior. Es el conocimiento más importante y fundamental que nos ayudará a vivir en el mundo cada vez más plenamente y sabiendo nuestra misión en él.