martes, 25 de enero de 2011
HAZ LO QUE QUIERAS
CAPÍTULO TERCERO DE ÉTICA PARA AMADOR
En las ocasiones importantes las motivaciones corrientes resultan insatisfactorias para justificar la conducta. Cita tres ejemplos de conducta para las que no sirva como justificación ni las órdenes ni las costumbres ni el capricho.
Así que, las órdenes, las costumbres y los caprichos puede que sean motivos adecuados para obrar en muchas ocasiones… Pero si actuamos siempre guiados por esas motivaciones tendremos más de “borregos” que de persona: ¿qué debemos hacer para ser personas y no borregos?
Cuando se es un niño pequeño puede que baste con la obediencia, la rutina o el capricho: ¿por qué?
Pero el adulto ha de ser capaz de inventar, en cierto modo, la propia vida y no simplemente de vivir la que otros han inventado
para uno… En esto consiste la libertad, lo más opuesto a dejarse llevar: ¿qué se entiende por Libertad?
REFLEXIONA Y EXPLICA:
“Nadie puede ser libre en mi lugar”
Etimológicamente, la palabra “moral” tiene que ver con las costumbres y también con las órdenes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas costumbres y órdenes pueden ser malas, o sea “inmorales”- como ya hemos visto- : cita algún ejemplo más.
Así que si queremos profundizar en la moral de verdad, más vale que nos dejemos de órdenes, costumbres y caprichos: ¿qué es lo que debemos hacer?
REFLEXIONA Y EXPLICA:
“La ética de un hombre libre nada tiene que ver con los castigos ni los premios”
F. Savater utiliza en este libro las palabras “moral” y “ética” como equivalentes (refiriéndose al arte de vivir). Pero desde un punto de vista técnico no tienen idéntico significado: ¿cuál es el significado real de cada una?
La moral se centra en el problema del “bien” y del “mal” (de la “vida buena” y de la “vida mala”). Ahora bien, has de tener en cuenta que las palabras “bueno” y “malo” no sólo se aplican a comportamientos morales, ni siquiera sólo a personas: pon ejemplos y explica, en cada caso, por qué merecen el calificativo de “bueno”o “malo”.
Fuera del terreno de la moral es fácil explicar cuáles son los requisitos necesarios para que alguien o algo merezcan el calificativo de “bueno” –y la mayoría de la gente suele estar de acuerdo. Pero cuando consideramos los actos humanos en general (moralmente hablando) la cosa no está tan clara: ¿por qué?
No es fácil ni siquiera determinar una virtud cualquiera; por ejemplo, ¿es bueno decir siempre la Verdad?
REFLEXIONA Y EXPLICA:
“Se puede ser buen hombre (y buena mujer, claro) de muchas maneras”
Para determinar quién es bueno y quién es malo, quién hace lo conveniente y quién no, habría que estudiar no sólo todas las circunstancias de cada caso, sino hasta las intenciones que mueven a cada uno: ¿por qué?
Si ni órdenes, ni costumbres ni caprichos bastan en esto de la ética, y, resulta que no hay manera de saber qué es lo bueno y conveniente en cada caso: ¿Cómo nos las arreglamos para ser “hombre buenos”
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